La música es la Clave de la Creatividad.

La música alimenta la mente y, por lo tanto, alimenta nuestra creatividad. Una mente creativa tiene la capacidad de hacer descubrimientos y crear innovaciones. Las mentes y pensadores más grandes como Albert Einstein, Mozart y Frank Lloyd Wright tenían algo en común en el sentido de que exploraban constantemente su imaginación y creatividad.

Escuchar música instrumental desafía a uno a escuchar y contar una historia sobre lo que escucha. En el mismo sentido, tocar un instrumento musical le da la capacidad de contar la historia sin palabras. Ambos requieren un uso máximo del cerebro derecho que no solo ejercita la creatividad, sino también el intelecto.

La fuerza de todas las artes, incluidas la escritura, la pintura, la danza y el teatro, tienen la capacidad de crear un efecto similar.

La música hace que la educación sea más agradable.

La música puede ser muy atractiva en el aula y es una gran herramienta para la memorización. Estoy seguro de que si más maestros usaran la canción para enseñar las tablas de multiplicar, los niños retendrían esa información mucho más rápido.

Mi profesor de español en 10º grado usó una canción para enseñarnos los finales en tiempo pasado e incluso hoy, no he olvidado la canción. Es como si lo hubiera incrustado en mi mente y ahora nunca lo olvidaré.

Además de lo obvio, la música nos enseña autodisciplina y habilidades de gestión del tiempo que no se pueden obtener en ningún otro lugar. Cuando estudias un instrumento de forma regular, trabajas en ideas concretas y das pequeños pasos para lograr objetivos más grandes. Esta forma de pensar organiza el cableado en su cerebro para comenzar a ver el Aprendizaje bajo una nueva luz.

En la educación de los niños, la educación musical se puede utilizar para mantener a los niños enfocados y mantenerlos fuera de las calles. En lugar de correr y causar travesuras, su hijo puede estar practicando piano o ensayando música con amigos.

Desafortunadamente, algunas formas de música pueden influir en los niños de manera negativa. Es bien sabido que la música tiene el poder de influir en la forma en que nos vestimos, pensamos, hablamos y vivimos nuestras vidas. Las letras profanas y violentas pueden tener una influencia negativa en los niños.

Mirando hacia atrás en mis días de escuela secundaria, noto que seguí a la manada cuando se trataba de escuchar Hip-hop y hacer cosas que eran «geniales» para parecer resistentes y ser como la imagen de «Gangsta» que se retrató. Cuando llegué a la universidad, me di cuenta de lo mucho que impregnaba mi estilo de vida y cuando me metí en el jazz, todo mi estilo de vida comenzó a cambiar.

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