Ser estudiante en 2021 es bastante diferente de ser uno en 2011. En un lapso de 10 años, el mundo de la educación ha sido testigo de un cambio radical. A medida que el mundo sigue enfrentando nuevos desafíos, especialmente debido a la COVID-19, las generaciones más jóvenes y el sistema educativo del que forman parte también se han vuelto dinámicos. Sin embargo, hay ciertos fundamentos para cualquier sistema educativo que ha resistido la prueba del tiempo. Un elemento clave que siempre ha sido enfatizado y practicado por los educadores en el espectro de la educación liberal es impartir habilidades de Pensamiento Crítico.

El pensamiento crítico es esencialmente la capacidad de pensar, analizar y evaluar objetivamente un tema o una idea para formar una opinión informada. Los pensadores críticos no solo siguen a la multitud, sino que inventan sus propias opiniones informadas con pruebas y argumentos sólidos para apoyar una idea. Confían en su capacidad para participar en un pensamiento reflexivo e independiente.

Mejorar las habilidades de pensamiento crítico de un estudiante es particularmente esencial en un modelo de educación liberal, que cree en enseñar a los estudiantes cómo pensar y no qué pensar.

Estas son algunas de las razones por las que los estudiantes necesitan habilidades de pensamiento crítico en la edad actual

1. Aumentar la creatividad y la curiosidad

Un estudiante al que se le anima a ser un pensador crítico invariablemente desarrolla un sentido de curiosidad de los acontecimientos que le rodean. Un fuerte y genuino sentido de curiosidad lleva a los estudiantes a querer analizar y asimilar información y eventos. En el proceso, forman sus propias ideas informadas, en su mayoría listas para usar, que a su vez mejoran su creatividad. La creatividad es una habilidad con la que todos los pensadores críticos jugarán en su vida profesional y personal. En el proceso de encontrar respuestas de una manera lógica y racional, generalmente podrán hacer fluir sus jugos creativos.

2. Promover la autoafirmación y la autorreflexión

El pensamiento crítico es esencialmente autodisciplinado, auto monitoreado y autocorrectivo. Cuando uno piensa críticamente, se hace de una manera autodirigida. Hay una internalización de la cuestión en cuestión y una comprensión profunda de ella de manera objetiva. El pensamiento crítico está a la vanguardia del aprendizaje, ya que ayuda al estudiante a reflexionar y comprender sus puntos de vista. Esta habilidad ayuda al estudiante a descubrir cómo darle sentido al mundo, basándose en la observación y comprensión personales. Hace que los alumnos sean autoafirmados y confiados, ya que saben que el resultado es el resultado de un proceso de pensamiento que produce resultados. Los estudiantes también adquieren confianza y la capacidad de aprender de los errores, los cuales son cruciales en su vida personal y profesional.

3. Impulsar las perspectivas de carrera

El pensamiento crítico no se limita al aula. A raíz de la COVID-19, la nueva economía exige una fuerza de trabajo flexible y la capacidad de los empleados para analizar información de diversas fuentes y encontrar soluciones ingeniosas para la misma. Un empleado con fuertes habilidades de pensamiento crítico será valorado en un lugar de trabajo que cambia rápidamente.

4. Nutrir a solucionadores de problemas e innovadores:

Uno de los subproductos de las habilidades de pensamiento crítico es la capacidad de analizar y mirar los problemas en un método creativo y constructivo. Los pensadores críticos son invariablemente buenos solucionadores de problemas. Un buen pensador crítico será capaz de separar los hechos de las opiniones y la ficción y examinar el tema desde todos los ángulos antes de tomar decisiones racionales para resolver un problema. También serán capaces de producir soluciones libres de prejuicios a los problemas, un hecho que es crucial tener en cuenta en el ámbito del empleo. A medida que los desafíos universales como el calentamiento global, la contaminación, las pandemias continúan asolando el mundo, se espera que los jóvenes de hoy – que se convertirán en los líderes del mañana – asuman el manto de la búsqueda de soluciones efectivas. Pensadores críticos diseñarán soluciones creativas y duraderas.

5. Fomentar habilidades para la vida aliadas

El pensamiento crítico fomenta habilidades para la vida aliadas, como habilidades organizativas, planificación, apertura mental, habilidades de comunicación, entre otras. Al ser una habilidad para la vida en sí misma, el pensamiento crítico le permite asumir desafíos en el mundo personal y profesional con facilidad. Fomenta la confianza y la independencia, dando forma así a vidas exitosas. Como pensador crítico, uno aprenderá de sus errores, aumentando así su productividad en todas las esferas de la vida.

A medida que la educación adopta diferentes formas en un mundo afectado por una pandemia, es extremadamente crucial que los estudiantes posean habilidades como el pensamiento crítico, que los prepararán para el mañana. Después de todo, los niños de hoy son los líderes del mañana.

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