Si está buscando agregar un poco de sabotaje amistoso al juego de su oponente de tenis, considere colocar algunas de sus pelotas de tenis en el congelador de antemano. Cuando la temperatura de una pelota de tenis cambia, el núcleo lleno de gas de la pelota sufre una reacción interesante. Mientras que un cambio de temperatura en una dirección tiene un efecto de rebote alto, un cambio de temperatura en la otra dirección reduce las habilidades de rebote de la pelota.

Por qué las pelotas Rebotan

La anatomía de una pelota de tenis presenta un núcleo hueco en forma de goma lleno de gas. Las moléculas que componen el gas están relativamente desorganizadas; se deslizan fácilmente unas sobre otras para llenar cualquier espacio que ocupen. Como tal, las moléculas de gas pueden expandirse o contraerse fácilmente. Cuando una pelota de tenis golpea el suelo, la fuerza presiona contra la pelota, empujando la superficie inferior de la pelota y comprimiendo el gas dentro de su núcleo. A medida que la pelota de tenis vuelve a su forma normal, el gas dentro de la pelota actúa como un resorte y hace que la pelota rebote en el aire.

Temperatura caliente vs. Fría

La presión del gas dentro de la pelota determina en última instancia qué tan alta rebotará la pelota de tenis. La ecuación científica para determinar la presión del gas es «p = rRT», donde » p «es la presión,» r «es la densidad,» R «es una constante específica del gas y» T » es la temperatura. Si la densidad y la constante permanecen iguales, una temperatura más alta resulta en una presión más alta, mientras que una temperatura más baja resulta en una presión más baja. Cuando la temperatura aumenta, las moléculas de gas dentro de la pelota de tenis se expanden. A medida que las moléculas se expanden, su energía aumenta a medida que rebotan de forma más errática. Este aumento de energía y movimiento da como resultado un rebote más alto. Por otro lado, una disminución de la temperatura hace que las moléculas de gas se contraigan y se muevan más lentamente. Como resultado, una bola fría tiene un rebote mucho más bajo.

Experimento fácil

Este misterio científico se puede demostrar en casa o en la escuela con un experimento simple. Reúne de 15 a 20 pelotas de tenis y una cinta métrica. Coloque cuatro pelotas de tenis en un congelador, cuatro en un refrigerador, cuatro a temperatura ambiente y cuatro al sol. Deje las pelotas de tenis en su lugar durante al menos una o tres horas, si es posible. Una vez listas, retire las bolas individualmente y déjelas caer desde una posición elevada. Pídale a otra persona que mida y registre qué tan alto rebota la pelota. Continúe con el mismo procedimiento hasta que todas las bolas hayan sido analizadas. Deberías encontrar que las pelotas calentadas rebotan más alto, seguidas por las bolas a temperatura ambiente, luego las bolas refrigeradas, con las pelotas de tenis congeladas rebotando menos.

Ajustes de invierno

Durante un partido de tenis, la mayoría de los jugadores confían en el rebote rápido de la pelota para ayudarlos a jugar y anotar. Pero durante las frías temperaturas del invierno, esa bola puede convertirse en tu enemigo. Para compensar el rebote decreciente de la pelota, Tennis.com el sitio web recomienda encordar tu raqueta 2 libras más bajo durante el invierno.

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