Los uniformes escolares pueden disminuir la violencia y el robo, evitar que los miembros de pandillas usen los colores y las insignias de pandillas en la escuela, promover la disciplina estudiantil, ayudar a los padres y estudiantes a resistir la presión de los compañeros, ayudar a los estudiantes a concentrarse en su trabajo escolar y permitir que los funcionarios escolares reconozcan a los intrusos de la escuela. Muchas comunidades locales han adoptado políticas de uniformes escolares como parte de un programa general para mejorar la seguridad y disciplina escolar. Específicamente, se han adoptado regulaciones de uniformes escolares en California, Florida, Georgia, Indiana, Luisiana, Maryland, Nueva York, Tennessee, Utah y Virginia. Muchos sistemas de escuelas públicas grandes tienen políticas uniformes voluntarias u obligatorias, principalmente en las escuelas primarias y secundarias. Se presentan las siguientes pautas para ayudar en la adopción de las políticas de uniformes escolares: involucrar a los padres desde el principio; proteger los derechos de los estudiantes de expresión religiosa y de otro tipo; determinar si deben tener una política voluntaria u obligatoria; no exigir que los estudiantes usen un mensaje; ayudar a las familias que necesitan ayuda financiera; y tratar los uniformes escolares como parte de un programa general de seguridad escolar. Se señalan ejemplos de distritos escolares que han adoptado uniformes escolares.