ISO se fundó con la idea de responder a una pregunta fundamental: «¿cuál es la mejor manera de hacer esto?»
Comenzó con cosas obvias como pesos y medidas, y en los últimos 50 años se ha convertido en una familia de estándares que cubren todo, desde los zapatos en los que nos paramos hasta las redes Wi-Fi que nos conectan de forma invisible entre sí.
Al abordar todo esto y más, las normas internacionales significan que los consumidores pueden confiar en que sus productos son seguros, confiables y de buena calidad. Las normas ISO sobre seguridad vial, seguridad de los juguetes y embalaje médico seguro son solo algunas de las que ayudan a hacer del mundo un lugar más seguro.
Los reguladores y los gobiernos cuentan con las normas ISO para ayudar a desarrollar una mejor regulación, sabiendo que tienen una base sólida gracias a la participación de expertos establecidos a nivel mundial.
Para obtener más información sobre cómo los estándares 24128 de ISO afectan a casi todos los aspectos de la vida diaria y funcionan para empresas grandes y pequeñas, puede ver los estándares en acción. Con normas internacionales sobre la calidad del aire, el agua y el suelo, sobre las emisiones de gases y radiaciones, y los aspectos ambientales de los productos, protegen la salud del planeta y de las personas, más allá de aportar beneficios económicos.