En la cultura actual, el peso puede ser un tema delicado, especialmente para niños y adolescentes. El deseo de adelgazar es llegar a los niños en edad escolar, ya que las niñas de hasta 6 años de edad expresan preocupaciones sobre su imagen corporal y el aumento de peso.

Decidir cómo abordar los problemas de peso con los jóvenes merece una atención cuidadosa; la forma en que maneja el tema puede tener implicaciones graves y para toda la vida. He aquí algunos consejos para hablar sobre el peso con los niños y qué hacer si un niño menciona el tema.

Fomentar el diálogo abierto. Hable con sus hijos sobre el peso y anímelos a compartir sus pensamientos y sentimientos sobre la imagen corporal cada vez que surjan. Cuando los niños hablen con usted sobre sus sentimientos acerca del peso, asegúrese de escuchar y reconocer que los sentimientos son reales. Si ha tenido experiencias similares, puede ser útil compartirlas. Explique que las personas vienen en diferentes formas y tamaños y que usted ama a su hijo sin importar qué.

No hagas comentarios negativos. Juzgar su propio cuerpo o el de su hijo puede resultar en efectos perjudiciales duraderos para la imagen corporal de su hijo y su relación con los alimentos. Dé un buen ejemplo para los niños en la forma en que habla de su propio cuerpo y del de los demás. Evite el atractivo de la dieta de moda.

Actúa. Los niños aprenden rápido, y aprenden mejor con el ejemplo. Enseñe a los niños hábitos que los ayudarán a mantenerse sanos de por vida. En general, si su hijo es de edad elemental o menor y usted tiene algunas preocupaciones sobre el peso, no hable de ello; simplemente comience a hacer cambios en el estilo de vida como familia. Lo mejor que puede hacer es facilitar que los niños coman de manera inteligente y se muevan con frecuencia. Sirva comidas y refrigerios familiares regulares y equilibrados. Limite el tiempo que su hijo pasa viendo televisión o jugando videojuegos. Busque maneras de pasar tiempo divertido y activo juntos.

Evita el juego de la culpa. Nunca grite, grite, soborneé, amenace o castigue a los niños por el peso, la comida o la actividad física. Si convierte estos problemas en campos de batalla entre padres e hijos, los resultados pueden ser perjudiciales. La vergüenza, la culpa y la ira son configuraciones para el fracaso. Cuanto peor se sientan los niños con respecto a su peso, más probabilidades tienen de comer en exceso o desarrollar un trastorno alimentario.

Un frente unido. Al igual que con cualquier otro tema importante, asegúrese de que ambos padres y otros parientes importantes estén en la misma página. Los mensajes mixtos sobre el peso pueden tener consecuencias poco saludables.

Hable con su proveedor de atención médica. Si un profesional de la salud menciona una preocupación sobre el peso de su hijo, hable con el profesional en privado. Discuta preocupaciones específicas sobre el patrón de crecimiento de su hijo y pida sugerencias para hacer cambios positivos en los hábitos alimenticios y los niveles de actividad de su familia.

Busque asesoramiento. Para niños y adolescentes, consulte programas locales y profesionales especializados en la juventud. Busque un nutricionista dietista registrado con una especialidad en pediatría. Muchos hospitales y clínicas tienen programas integrales con educación y actividades para niños y familiares adultos. Algunas de estas opciones pueden estar cubiertas por su plan de seguro médico.

Enfóquese en la salud sobre el peso. La clave es considerar el panorama general de la salud de su hijo, no el peso. Si su familia comienza a comer mejor y a moverse más, es posible que sus hijos «crezcan» en su peso a medida que aumenta su altura. Felicite a sus hijos por los comportamientos de estilo de vida, como elegir jugar al aire libre en lugar de jugar videojuegos dentro, en lugar de perder algunos kilos.

Qué hacer si Su Hijo Dice: «Estoy Muy Gordo.»

Aprenda de dónde vinieron los pensamientos sobre sentirse gordo. ¿Un amigo o compañero de clase se burló de su hijo sobre el peso? ¿Mencionó otro pariente el tamaño del vientre o los muslos de su hijo? ¿Su hijo se siente avergonzado de tener ropa ajustada? ¿Había algo en televisión o en internet sobre niños con sobrepeso? Tal vez algunos deportes son difíciles para su hijo, o tal vez se eligen al final de los equipos. Estos problemas frustrantes y dolorosos son comunes entre los niños de todos los tamaños.

Si otro niño o un adulto está acosando a su hijo, confronte la situación directamente y lo antes posible. Si el peso, la alimentación y la actividad de su hijo son normales y apropiados para su edad, tranquilice a su hijo y no se centre en el peso.

Si su hijo tiene «sobrepeso»

La pérdida de peso entre los niños puede interferir con su crecimiento y afectar negativamente su imagen corporal y su relación con los alimentos, por lo que es importante trabajar con su pediatra y un nutricionista dietista registrado. Elija algunos cambios específicos que pueda hacer en los hábitos de alimentación y actividad de su familia y, a continuación, establezca metas realistas.

Tenga en cuenta que cada familia es diferente y que el cambio ocurre lentamente, así que tenga paciencia y recuerde que la salud es mucho más que el peso.

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