Fruta que continúa madurando..

Los frutos climatéricos continúan madurando después de ser recogidos debido a un proceso acelerado por una hormona vegetal gaseosa llamada etileno. Los plátanos, las manzanas, los kiwis, los higos, las peras, los mangos, los melocotones, las ciruelas, los tomates, los aguacates y algunas otras frutas responden al etileno en su entorno y comienzan el proceso de maduración.

Las frutas no climatéricas producen poco o ningún gas de etileno y, por lo tanto, no maduran una vez recogidas; estas frutas incluyen cítricos, frambuesas, arándanos, fresas, sandías, cerezas, uvas y toronjas.

¡Vamos bananas!

Los plátanos son frutas muy sensibles, ¡reaccionan rápidamente a temperaturas extremas! Los plátanos verdes, o cualquier fruta inmadura para el caso, es una prueba de fe. Asumes que pronto se volverán amarillas y estarán lo suficientemente maduras para comer.

La fruta madura emite gas de etileno, y ponerla en una bolsa de papel atrapa el gas cerca de la fruta, haciendo que madure más rápido. Coloque los plátanos en una bolsa de papel marrón y ciérrelos holgadamente. El etileno se acumulará y circulará dentro de la bolsa, acelerando el proceso de maduración. Compruebe de vez en cuando para que pueda sacarlos a su madurez deseada. Esto suele tardar unos 3 días, dependiendo de la temperatura ambiente. Para madurar los plátanos más rápido, coloque una fruta madura como una manzana o tomate en la bolsa también.

¡Si guardas plátanos en la nevera, se volverán negros! Sin embargo, la carne interior seguirá siendo buena para comer, ¡simplemente no se ven demasiado agradables! Recuerde refrigerar solo los plátanos una vez que estén maduros. Ocasionalmente, esta decoloración puede ocurrir en nuestros plátanos en días de entrega muy fríos, aunque hacemos todo lo posible para mantenerlos calientes envolviéndolos en mantas: la exposición al frío extremo, incluso durante un corto período, puede tornar a los plátanos de color gris oscuro.

Para mantener un manojo de plátanos frescos durante más tiempo, envuelva los tallos en una envoltura de plástico. Vuelva a cubrir los plátanos con el envoltorio después de retirar uno. Este método evita que el gas de etileno, producido naturalmente en el proceso de maduración, llegue a otras partes de la fruta y la madure prematuramente.

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