Los líderes deben darse cuenta del poderoso impacto que pueden y deben tener en la cultura. La forma en que se comunican, establecen metas y delegan autoridad ayudará a dar forma a la cultura de la organización. Los buenos líderes crean una Cultura Constructiva compartiendo información, estableciendo en colaboración objetivos mutuamente aceptables y desafiantes y compartiendo influencia y responsabilidad de manera participativa.
En el ejemplo anterior, si los líderes deciden controlar a los miembros creando demasiadas políticas y reglas, insistiendo en que los miembros se atengan a ellos para la mayoría de las decisiones y castigando a los miembros por intentar algo nuevo o cometer un error, la gente aprende rápidamente a pasar desapercibida y dejar de pensar por sí misma. Y, se vuelven temerosos del cambio y de los nuevos desafíos.
Pero si los líderes motivan a los miembros a esforzarse por alcanzar la excelencia, anímelos a trabajar juntos para resolver problemas, solicitar sus ideas para hacer mejoras y desafiarlos a asumir la responsabilidad y resolver problemas de manera creativa; la gente querrá abrazar el cambio y aceptar de buena gana nuevos desafíos.
Todo esto apunta a la importancia de administrar y dar forma a la cultura de su organización. Comience midiendo con precisión la cultura actual de la organización, utilizando una evaluación de cultura válida y confiable. Una evaluación de cultura válida debe medir las expectativas comunes de los miembros de una organización, no cómo se sienten o su nivel de satisfacción. Una evaluación confiable es aquella en la que las personas no tienen que adivinar lo que deberían responder. Antes de comprar una evaluación, pida ver la investigación de validez y confiabilidad. Si la encuesta es barata, probablemente no se haya probado.
Una vez que haya medido y comprendido su cultura, desarrolle estrategias para mejorarla. Las estrategias probablemente impliquen algún tipo de capacitación para el liderazgo, pero también podrían implicar mejorar sus Sistemas de Gestión de Recursos Humanos (y cómo los usan los gerentes) y/o cambiar los diseños y estructuras de trabajo. Las iniciativas de cambio deben comenzar asegurándose de que su misión, valores y filosofías reflejen lo que desea que sea idealmente su cultura.